(Es) Guión del vídeo | El programa "L’altra mirada" - Fibracat TV

 

Origen


Crecí en un pueblo costero que se llama Fujisawa, en japón, 45km al sur de Tokio.

Desde pequeña a mí me gustaba siempre dibujar y pintar. Mi madre veía que yo tenía esa pasión. Por eso, en el momento de escoger mi carrera, ella me preguntó si yo quería estudiar bellas artes. Mi madre es esa persona inquieta que tiene ganas de experimentar. A ella le parecía bien, pero a mí me costó mucho plantear ser pintora como un oficio. Entonces, estudié farmacia.

Después del trabajo iba al taller de pintura. Asistía clases, organizaba talleres y exposiciones con mis compañeros. Mi maestro me enseñaba la pintura a caballo entre la figuración y la abstracción. Yo no era pintora realista. Aprendí mucho con él, pero 7 años después al final llegué al punto de que mis obras se veían repetitivas y yo estaba perdida.

Paralelamente, cada vez que encontraba tiempo, iba a viajar sola a los países extranjeros. Un viaje del año 2004, fue a Laos, encontré a Albert. Era un joven pintor realista catalán.

Llegué a Barcelona en el 2005. Aún no sabía qué haría ni cuánto tiempo estaría. Era para conocer más a Albert y su país. Pero me impresionó el nivel que tenían los artistas realistas de este país. Me fascinaban sus obras. Entonces decidí. ¡Quiero hacer esto! Quiero aprender el realismo.


Proceso de creación


Primero trabajo con manchas grandes en todas partes. A medida que avanzo, hago las manchas más pequeñas para concretar algunos detalles. Trabajo desde el centro del cuadro y voy avanzando hacia afuera. Cuando veo que ya está suficientemente explicado, ya dejo de pintar.


Mi obra siempre parte de la realidad. A menudo trabajo con la fotografía como una herramienta para observar los detalles de mi entorno.
Busco escenarios, observo figuras humanas para poder meter dentro del escenario. Me gusta la pintura que tenga la presencia humana. Porque de esta forma la figura da vida a todos estos espacios.

Últimos años pinto a menudo espacios interiores. Pero en mi inicio, trabajaba mucho los temas, bodegones y retratos. La pasión que tengo por estos dos temas no ha cambiado.
Últimamente, trabajo bastante el tema de los suelos cerámicos. Porque me gustan. También me gusta mucho el tema de comedores. En mi vida han pasado muchas cosas en torno a la mesa del comedor.


Hago una fotografía cuando encuentro estos escenarios o alguna figura interesante. La fotografía nunca es perfecta. Entonces las corrijo un poco, que las líneas sean rectas y el punto de fuga sea razonable, por ejemplo

Yo siempre tengo todos los colores en la paleta. Si no, después no los uso.
Como el cuadro está ya bastante avanzado, trabajo en calma. Intento observar mucho el cuadro. Los detalles, como los dibujos del suelo, no quiero explicar todo. Quiero contar mínimo.

Cuando estoy pintando, yo estoy sola. Estoy totalmente desconectada del tiempo y del mundo.

Últimamente, busco la inspiración cuando salgo de casa; en la calle, en los espacios interiores, las escaleras, las paredes de colores, los paisajes a través de ventanas, en definitiva las cosas que me llaman la atención.
De hecho, a menudo al principio del cuadro, o en medio del proceso, no sé cómo podría expresar el sujeto pintando. Cada cuadro es un reto. Aquí la única forma de solucionarlo es trabajar a mano, probar y corregir.

Yo no hablo mucho cuando estoy pintando. La sensación que tengo es como si existen solo yo y el cuadro en este mundo.

Trabajo normalmente un cuadro a la vez. Cuando está muy avanzado, cuando no veo que pueda mejorarlo, entonces le dejo al lado. Así le iré mirando de vez en cuando, a ver si puedo mejorar algo. Es importante saber, que no tengo obligación de terminar los cuadros. Nunca pienso en terminarlos, sino en mejorarlos.

Gracias a la pintura realista he aprendido a ser honesta. A ser yo misma. No me preocupo cómo me ven desde fuera. A la hora de trabajar, odio hacer que yo parezca más importante de lo que realmente soy. Pero eso sí, siempre hago todo lo posible y me esfuerzo un poco más, para poder crecer más y llegar más lejos.


Feminismo (la dificultad que tenía)


Mi experiencia es buena y agradable. Y al final trabajo con gente que valora mi trabajo. Trabajar sin sufrir, esto es posible.

Cierto es que el mundo de la pintura realista se ha posicionado más bien entre los hombres. En mi entorno conozco pocas pintoras mujeres realistas y más pintores hombres realistas.
Entonces la gente cuando mira una obra realista, rara vez imagina que el artista sería mujer. En mi obra ocurre esto. Hay compradores que se sorprenden cuando se dan cuenta de que el artista soy yo, es mujer.



El programa La otra mirada, Fibracat TV se emitió el 17 de octubre de 2022 a las 20h.